Una enorme nube caliente que envuelve a dos galaxias en colisión

Científicos han utilizado el telescopio de rayos X Chandra para realizar un estudio detallado de una gigantesca nube de gas caliente que envuelve dos enormes galaxias en colisión. Esta inusual enorme reserva de gas contiene tanta masa como 10 mil millones de Soles, se expande por más de 300 mil años luz e irradia una temperatura de más de 7.000.000 K.
La gigante nube de gas, que los científicos llaman “halo”, se localiza en el sistema llamado NGC 6240. Desde hace mucho tiempo los astrónomos saben que NGC 6240 es el sitio de una fusión de dos grandes galaxias en espiral similares en tamaño a la Vía Láctea. Cada galaxia contiene un agujero negro supermasivo en su centro. Los agujeros negros se están acercando entre sí siguiendo una trayectoria en espiral y eventualmente ambos podrían fusionarse para formar un agujero negro más grande.
Esta colisión también ha causado que el gas contenido en cada galaxia esté siendo agitado violentamente, lo cual ha provocado una explosión de nacimientos de estrellas, evento que se ha estado llevando a cabo por al menos 200 millones de años. Durante este auge de nacimiento estelar, algunas de las estrellas más masivas se precipitaron en su evolución y explotaron relativamente rápido convirtiéndose en supernovas.
Los científicos involucrados en este estudio argumentan que esta cascada de estallidos de supernovas ha dispersado grandes cantidades de elementos importantes como el oxígeno, neón, magnesio y silicio dentro del gas caliente de las galaxias en colisión. De acuerdo a los investigadores, los datos sugieren que este gas enriquecido se ha expandido lentamente y se ha mezclado con gas frío que ya se encontraba en el sitio.
Durante este auge de nacimiento de estrellas, se han presentado diversas rachas de numerosos nacimientos estelares. Por ejemplo, la racha más reciente duró alrededor de cinco millones de años y ocurrió hace 20 millones de años. Sin embargo, los autores del estudio dudan que este gas haya sido producido solamente por esta última racha.
Lo más probable es que ambas galaxias en espiral formen una joven galaxia elíptica al paso de millones de años. Sin embargo, no ha quedado claro qué porción del gas caliente podrá ser retenido por esta galaxia recién formada, o si este se perderá en el espacio. Independientemente de ello, la colisión ofrece la oportunidad de presenciar una versión relativamente cercana de un evento que era común en el Universo primitivo, cuando las galaxias se encontraban más próximas entre sí y solían fusionarse frecuentemente.
Crédito: NASA / Chandra X-ray Observatory