Un ‘lazo de fuego’ oculto en la constelación de Orión

This dramatic new image of cosmic clouds in the constellation of Orion reveals what seems to be a fiery ribbon in the sky. The orange glow represents faint light coming from grains of cold interstellar dust, at wavelengths too long for human eyes to see. It was observed by the ESO-operated Atacama Pathfinder Experiment (APEX) in Chile. In this image, the submillimetre-wavelength glow of the dust clouds is overlaid on a view of the region in the more familiar visible light, from the Digitized Sky Survey 2. The large bright cloud in the upper right of the image is the well-known Orion Nebula, also called Messier 42.

Esta imagen de nubes cósmicas en la constelación de Orión revela lo que parece ser un lazo de fuego en el cielo. El brillo anaranjado representa la débil luz proveniente de partículas del frío polvo interestelar, en longitudes de onda muy largas para ser vistas por el ojo humano. Fueron detectadas por el experimento APEX (Atacama Pathfinder Experiment) del Observatorio Europeo del Sur (ESO) en Chile.

Las nubes de gas y el polvo interestelar son la materia prima en la formación de estrellas. Pero estos pequeños granos de polvo bloquean nuestra visión de lo que yace dentro y detrás de las nubes – al menos en longitudes de onda visibles – haciendo difícil de observar los procesos de formación estelar.

Por esta razón los astrónomos necesitan utilizar instrumentos que sean capaces de observar en diferentes longitudes de onda. En longitudes de onda submilimétricas, en lugar de bloquear luz, los granos de polvo brillan debido a su temperatura de algunas decenas de grados por encima del cero absoluto. El telescopio APEX con su cámara de longitudes de onda submilimétricas (LABOCA), localizada a una altitud de 5.000 metros por encima del nivel del mar en el Llano Chajnantor en los Andes chilenos, es la herramienta ideal para esta clase de observación.

Esta espectacular imagen muestra sólo un fragmento de un complejo aún más grande llamado la Nube Molecular de Orión, en la constelación de Orión. Un rico crisol de nebulosas brillantes, estrellas jóvenes y calientes, y nubes de polvo frío. Esta región tiene cientos de años luz de diámetro y se localiza a 1.350 años luz de distancia de la Tierra. En la imagen, el resplandor de las longitudes de onda submilimétricas que surge de las nubes de polvo frío se aprecia en colores anaranjados, y se encuentra superpuesta sobre una vista de la región tomada en luz visible.

La gran nube brillante en la zona superior derecha de la imagen es la bien conocida Nebulosa de Orión, también llamada M42 o Messier 42. Es fácilmente visible a simple vista como la “estrella” intermedia, ligeramente borrosa, en la espada de Orión. La Nebulosa de Orión es la zona más brillante de una enorme guardería estelar donde están naciendo estrellas y es el sitio de formación estelar masiva más cercano a la Tierra.

Las nubes de polvo forman filamentos y burbujas como resultado de varios procesos, incluidos el colapso gravitacional y los efectos del viento estelar. Estos vientos son corrientes de gas expulsadas de las atmósferas de las estrellas, son lo suficientemente fuertes como para esculpir las nubes circundantes en las formas complejas que se observan aquí.

Los astrónomos han utilizado estos y otros datos del APEX junto con imágenes del Observatorio Espacial Herschel, de la Agencia Espacial Europea, para buscar protoestrellas en la región de Orión (una etapa temprana en la formación estelar). Hasta ahora han sido capaces de identificar 15 objetos que aparecen más brillantes en longitudes de onda más largas que en las longitudes de onda corta. Estos objetos raros, descubiertos recientemente, probablemente se encuentran entre las protoestrellas más jóvenes jamás descubiertas, acercando a los astrónomos cada vez más a presenciar el momento en el que una estrella comienza a formarse.

Crédito: ESO/Digitized Sky Survey 2

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