NGC 1316: un asesino en serie galáctico
En esta imagen obtenida por el telescopio MPG/ESO de 2,2 metros, instalado en el Observatorio La Silla de ESO en Chile, podemos ver el contraste entre estas dos galaxias: NGC 1316 y su compañera, de menor tamaño, NGC 1317. Estas galaxias están muy cerca la una de la otra, pero tienen historias muy diferente. La pequeña galaxia espiral NGC 1317 ha tenido una vida tranquila, pero NGC 1316 ha engullido a otras galaxias en su violenta historia, mostrando sus cicatrices de guerra.
Varias claves en la estructura de NGC 1316 revelan que esta galaxia ha vivido un pasado turbulento. Por ejemplo, tiene varios rastros de caminos de polvo poco comunes incrustados en un envoltorio de estrellas mucho mayor, y una población de cúmulos globulares inusualmente pequeños. Esto sugiere que pudo haber devorado una galaxia espiral rica en polvo hace unos tres mil millones de años.
Alrededor de la galaxia también se pueden ver colas de marea muy tenues (fragmentos y cubiertas de estrellas que fueron extraídas de sus ubicaciones originales y lanzadas al espacio intergaláctico). Estas formas se producen por efectos gravitatorios complejos en las órbitas de las estrellas cuando otra galaxia se acerca demasiado. Todas estas señales apuntan a un pasado violento durante el cual NGC 1316 anexionó otras galaxias y sugiere que este comportamiento disruptivo continúa.
NGC 1316 se encuentra a unos 60 millones de años luz de la Tierra, en la constelación austral de Fornax (El Horno). También tiene el nombre de Fornax A, reflejando el hecho de que se trata de la fuente emisión en ondas de radio más brillante de la constelación — y, de hecho, la cuarta fuente de ondas de radio más brillante de todo el cielo. Esta emisión de radio es producida por material que cae en el agujero negro supermasivo del centro de la galaxia que, probablemente, ha obtenido combustible extra gracias a la interacción con otras galaxias.
Crédito: ESO