Algunas de las estrellas más lejanas en la Vía Láctea pudieron haber sido robadas de otra galaxia

Las 11 estrellas más lejanas en nuestra galaxia están ubicadas a alrededor de 300.000 años luz de distancia de la Tierra, más allá del disco espiral de la Vía Láctea. Una investigación realizada por un grupo de astrónomos de la Universidad de Harvard, ha mostrado que casi la mitad de esas estrellas pudieron ser extraídas de otra galaxia: la galaxia enana de Sagitario. Dichas estrellas pertenecen a una larga corriente de estrellas que tiene una extensión de más de un millón de años luz, o 10 veces el diámetro de la Vía Láctea.
La galaxia enana de Sagitario es una de varias galaxias diminutas que rodean a la Vía Láctea. Ha realizado varias órbitas alrededor de nuestra galaxia a lo largo de miles de millones de años. En cada una de esas órbitas, la marea gravitacional de la Vía Láctea ha estado despedazando lentamente a la pequeña galaxia.
Los astrónomos realizaron modelos por ordenador para simular los movimientos de la galaxia enana de Sagitario en los últimos 8.000 millones de años. Al inicio de la simulación, la galaxia tenía una masa de 10.000 millones de veces la masa del Sol, o alrededor del 1% de la masa total de la Vía Láctea. Los cálculos mostraron que al paso del tiempo, la desdichada galaxia perdió casi un tercio de sus estrellas y alrededor del 90% de su materia oscura. Esto produjo tres diferentes corrientes de estrellas que se extienden a más de un millón de años luz del centro de la Vía Láctea. Estas corrientes son una de las estructuras más extensas visibles en el cielo nocturno.
Los cálculos también demostraron que 5 de las 11 estrellas más lejanas en nuestra galaxia, tienen posiciones y velocidades que indican que fueron arrancadas de la galaxia enana de Sagitario. Las 6 estrellas restantes pudieron haber sido extraídas de otras galaxias enanas.